lunes, 22 de octubre de 2012
martes, 14 de agosto de 2012
Sin humanidad no hay poesía
Sin
humanidad no hay poesía
Oigan:
Amigos y detractores no tan amigos,
compoetas nacidos en este orbe,
compatriotas de aquí y de allá:
Andinos, caribeños,
mesoamericanos, mesoasiáticos, africanos, europeos, oceánicos, mesomarcianos, selenitas
y venusienses.
Ludópatas pérdidos, consumados o inocentes.
Escuchas ilusionados,
invidentes errantes,
mensajeros olímpicos,
desocupados sin herencia,
algodoneros desplazados,
hipocráticos e hipotéticos,
hijos del más acá,
culebreros, merolicos,
cuenteros y hacedores
de historias.
Poetas nuevos y antiguos,
escritoras
de mano amorosa,
poetas
de pluma fuente,
jóvenes
imberbes y seniles barbados,
humanos maduros, inmaduros
y duros;
Vates locos y cuerdos bardos.
Amorosos, iconoclastas y culpables:
Soñadores de la calle nocturna y mirada extraviada,
albañiles de verdad y de las
palabras,
latoneros y hojalateros de mentes auto-móviles,
carpinteros de versos,
fontaneros de poemas,
jardineros de podas literarias,
guerrilleros y soldados de la vida,
ropavejeros ambulantes,
estacionarios en la primavera
o de otras estaciones primas,
colchoneros irredentos,
cartoneros desteñidos,
floristas y floreros de la mesa
escrita,
tipógrafos sin trabajo y virtuales,
impresores digitales con tecla o manuscrito,
correctores de entuertos,
panaderos de la harina celestial,
cenadores de la luna llena,
amantes fugitivos,
putas solitarias sin remedio,
despechados y empechados,
hetairas de todos los lechos,
hacedores de ilusiones,
revolucionarios de todos los giros,
astro-físicos ilusionistas,
fisiculturistas de sílabas y rimas,
hombres y hembras,
sinónimos de atardeceres,
anónimos y famosos,
lobos oceánicos, terrenales y pluviales.
Presuntos inocentes,
condenados del planeta,
lectores americanos de Pablo Neruda,
de César Vallejo, de Octavio Paz;
colombianos veedores
de José Asunción Silva, Aurelio Arturo y Jorge Zalamea;
de José Asunción Silva, Aurelio Arturo y Jorge Zalamea;
extranjeros admiradores de Borges, Mayakovski y Brecht;
caribeños hijos de Nicolás Guillén y Alejo
Capentier...
Poetas vivos y muertos,
De antaño, de hoy, del futuro,
herederos de Macondo.
Rebeldes irredentos:
maoitanos, cheistas,
trotskistas,
Anarquistas y bakuninistas,
proletarios leninistas y marxistas.
proletarios leninistas y marxistas.
Rockeros hijos de los Beatles,
rumberos entre libro y libro
o entre copa y copa,
futbolistas desocupados o goleados por la vida,
deportistas sin ínfulas,
salseros de toda estirpe,
violinistas pudorosos,
amorosos hacedores de humanidad,
bailaores y cumbiamberos,
melómanos ardientes,
caribeños rítmicos,
hermanos de la palabra:
Los convoco a cantar en coro:
¡Sin
Poesía no hay humanidad!
martes, 10 de julio de 2012
viernes, 29 de junio de 2012
Can
Dibuja con su cola piruetas en el aire,
dedicadas a mi sonrisa y mi alborozo.
Sale disparado ladrando a la luna.
Me imita:
sólo que mis voces son palabras escritas
y dejo caer la noche en el papel.
Este prado abierto donde perfila su nevado lomo
es para mi amigo la única prueba de libertad.
Corremos bajo la tarde
en busca de aliento
para no parar nunca.
jueves, 28 de junio de 2012
Marino en tierra, sueño de mar
ayúdanos, océano,
padre verde y profundo,
a terminar un día
la pobreza terrestre
Pablo Neruda
i
Bufa
el viento
noctámbulo, errático
agita el mar interminable
el verde mar del sur
donde vibra esta pluma
donde este verso
canta en soledad
náufrago
inerme velamen frente al sol
armadura desecha
roído pan
agua dulce para tanta sal
escucha guerrero nativo
invasor del
siglo XX
hombre
migrado
con
la mujer de sus entrañas
sortija
puesta en el futuro
rebelde con causa
causa en rebelión
marinero en tierra
soñador
en la mar
ii
La
mar vestida de verde
verde el marino son
combada la tierra nuestra
la tierra verde de armónica sal
El
sur nuestro destino
late
como un caracol:
sonido íntimo que abraza
forma y color del aire
anochecer de ritmo y canción
movimiento
suave de estrella
ola tras ola
deambulante signo
corola infinita
danza cálida
estirpe raíz manglar
somos hojas al viento
verde
la mar la tierra azul
azul el agua verde la tierra
arena
que boga ante la aciaga inmensidad
¿dónde
atraca mi nave y en qué mapa?
mis coordenadas son un trazo de luz
una lágrima de atardecer
la palabra esquiva
latitud
Giro
de nuevo al sur
a ese lamento antiguo
de interminable sal
Inabordable
o eterno
vira el verde luz a la distancia
Dolorosa
amante de un tono grave
esta nave boga al origen
al país, mi siemprepatria o el
desangre
La
palmerita que ausculta el sol
Voy
al sur con mi canto
y mi soledad se asombra
Voy
al verde sur y al mar verde
a
la orilla del color esperanza
¡Vamos
marineros!
Leven la palabra
zarpen, boguen, suelten las voces y las
velas
canten marinos canten
siembren el viento en las tenues ondas
rompan las rocas del puerto silencio
labren
escriban tallen
amen la vida
amén la muerte
iii
Perdido
el hombre
perdido el mundo
¿qué más queda?
Queda
el signo recóndito
la tarde esbelta
una selva concéntrica
el cedro que ensaya un rito
y la calle triste de nuestra urbe en celo
Manglar
que vierte y trenza su maraña
rompe la ola
y estrella el canto
Perdura en tu vivencia de costa y
baile
Es
una queja su herido aliento
sus alas verdes
sus cortados hilos de incendio
o huracán perdido
La vida es un río que ve la mar
versa el poeta
lumbre extasiada
sin ser caribe
aire del aire
sal de la mar y el son
¡Oh la bravura de sotavento!
Palmar
que sueña
entre verde y arena:
dibuja tu rostro en el
agua
toma el pincel de hojas
Oye
al río que va en vaivén
a la mar a besar la sal
Madre
agua
madre
seminal
marcha lejana
palabra
que horada la faz del sol
curva tus alas al tiempo
iv
Nace
la cintura continental
la esbelta niña de mil rostros
El hilo de tierra que une dos sexos:
el
norte y el sur escuetos
sencillos
como la noche vestida de estrellas
Las
perlas que son alas de islas
palmeritas con tierra propia
arena blanca para danzar
archipiélago de voces
La
orilla del mar se cuelga
a la danza de un terco caimán
Somos
marinos del orbe
un
mestizo acontecer
cabalgamos en la mar
en las olas del porvenir
Mira mi piel mulata
mi luz que refracta espigas
y los sueños del alba en fiesta
Dice
que canta una sirena
que
el palodemayo florece en las tardes
en
las faldas de las muchachas
La
rumba arrebata al anochecer
mi negra danza amorosa
encamina el fruto africano al mar
Escucha
el anochecer
La dulce cadencia de aliento sensual
este es mi son
el
sol de mi alegre danzar
v
A
orillas del Caribe
como quien dice puerto
isla vientre
o paraíso
el marinero viento zarpa
lleva verdeazul de turquesa en sus manos:
coronas de
palmera y luz
Zarpar
zarpar al sur
con
una nube asida al timón
y
un sueño por ancla firme:
intenso acontecer de banderas rojas
solares o azules y verdes
Zarpar
a la bondad del tiempo
sin bitácora
sin brújula
Sólo
azúcar de caña
entre mi corazón y el mar
La
vida boga sin rumbo:
anclado a la poesía
baja verso tras verso
el amanecer
cuando las olas enardecen de luz
y mi savia se vierte en cópulas de pleamar
vi
Al
final está el arduo camino
un florecer de palabras
El
agua y la sal
un amplio ritmo
el aliento puro
de
la verde ola al verde terrenal
Es
la mar la sal el viento
Verde
el mar verde la tierra
azul
la tierra la mar azul
Verde
el sediento corazón de historia
sedienta humanidad
ancestral
palabra
el tiempo horada mis vértebras de tarde
deshoja los libros del poema
prende la lumbre de la noche
para que vean
desde todas las orillas
y todas las palmeras canten
a lo lejos
a lo lejos
Antiguo
el hombre
antigua la mujer
su espera
morena
sed que calma el corcel del alba
La
palabra hila los nombres
hilvana el día a la noche y el mar
Enhorabuena
prepara la marcha
rumbo
al sur marinera
prepara
mi alforja de verbos
mis libros
afina estas palabras
el discurso secular
vamos
a la diana del siglo XXI
Embriago
mis ideas y las dejo a punto
cantemos
Pon
la mira en la Historia
Zarpemos
rumbo al sur
zarpemos a una gran marcha
la
noche no es el fin:
nos
quedan las estrellas
el tajo limpio de las ideas
la tenaz bandera de la esperanza
vii
De
la tierra verde
al verde del mar
del
azul y verde marino a tierra
Al
Caribe que besa mi cielo
tanta isla y tanto continente
tanto sol tanta
dulzura
tanto verde y tanto azul
tinta del mundo en gama de aguamar
Es
mi marino el negro
el blanco el juglar y el forastero
es
marinera mi hembra
la mujer que asume la danza
la palabra de mis palabras
¡Vamos
marinos del orbe!
¡Vamos hijos de nuestra estirpe!
que
no calle el futuro
danza y trisca la noche
rompe el día en girones
vamos
vamos a saltar al cielo
asaltemos una vez más el futuro
viii
Mis
tierras
mis continentes
De
la negra África al múltiple mundonuevo
de
la raíz profunda a la exactitud del indio
de la cueva de Altamira a la gruta del
tiempo nuestro
de la mar salada al dulce verde
amazónico
a la palabra
antigua y andina como las piedras
del futuro al futuro
Vamos
al vocablo hilado en árabe
mente castiza vamos
llano recipiente:
idioma de mi piel
vamos
marinos vamos
zarpemos a leer las aguas
¿Dónde aparece el meridiano?
¿Dónde el mar mío y ajeno?
¿Dónde la parcela de mi patria y las
regiones de mis patrias?
¿Dónde el mar profundo y el tierno
acontecer de la bahía?
¿Dónde las alas rotas del arrecife
y la
playa golosa verbal
i n t e r m i n a b l e?
¿Abarca
el aire y el sol y la arena este mar inquieto?
Vamos,
hombres, mujeres
náufragos desbocados
vamos al canto
al ríomar amazonas
a
la noche de estrellas al sol
de todos los días
Una
y otra bandera ondean
Juegan con el viento
y el mar juega en la tarde
El mismo aire juega a ser sol
de litoral a litoral se vierte
costa a costa se funde el verbo
el timbre seminal
La
historia deshilada
La no historia nos llama a rebelión
a incendiar el cielo
asaltemos las auroras
Escucha
la estrella y las dos alas
las Antillas de aquí y de allá
el rojo espléndido,
la voz rebelde
El
verso libre
el verso sencillo
el songorocosongo
la voz maya selvática profunda
La arenisca y la espuma
el árbol de tinta
La
pirámide enselvada
la rueda impertinente
La máquina incesante nos llama:
basta de silencios
de onerosos días
que despierte el leñador
Que
canten con nosotros
todos los poetas
todos
Neruda
y Martí
Juan con su llano en llamas
y Gabriel de Macondo
y
Julio con su Rayuela
Miguel Angel y sus hombres de maíz
Nicolás
con su son de Cuba
y Cardenal el nicarauac
Jorge carioca en su Bahía natal
y la trova de mil cantos juglares
y la voz de los ausentes
Que canten todas las voces
Que vuelvan las voces de nuestra voz
Todos cantemos:
los blancos y las negras
los mulatos y mulatas
las blancas y los negros
los marinos de esta tierra cantamos
que
suban a cantar los de abajo
que hable el bongó de las noches abiertas
y alumbre la rumba que viene del mar
No
bastan
los columpios de agua
la soledad es melodía
la ola es revuelta en pasión
escucha el son que canta a lo lejos
oye un calipso pleno de ron
mira: la
cumbia canta como es la vida
la salsa destila el aliento caribeño
Que canten todas las voces
Que vuelvan las voces de nuestra voz
ix
Bufa
el viento interminable
ríe entre las amantes hojas
Las
olas deshojan el aire
y cantan
Navegan
eternas
cantan
a su amoroso verde que las espera en tierra
¿Llora
la noche?
Canta
en lágrimas
incontenible baile
danza con piernas de alegría
en la cresta blanca y el canto azul
el verde canto que se desborda
El
agua bufa incontrolada
asombrada
y libre y cautelosa
furia
de versos y tormentas
y huracanes desbocados
y huracanes desbocados
Padre
océano:
Espero
su palabra
sé de tu vientre la sed
cada hilo de agua me fisura
Marino
aliento
desolado mar
mar
inquieto
mar
sin olas
Canta y bufa
añora
Llora
caracol
Llora arcilla y cerámica
Llora piel de mi piel
Tu
voz es el viento y tu sal esculpe palabras
Verde
noche la de esta noche
como para morirse
Y
una madrugada para seguir el llanto
después
del canto
lloverse uno
de tristeza al verdeazul del mar
mira el esplendor del agua atónita ante el sol
bebe la luna en una punta
veré
el sol calcinante al mediodía
verde la muy verde mar
verde y azul
color
que gira de cara al sol
La
bahía combada
amorosamente curva
caribeña
hermosa
es la lumbre de los desvelos
Entrada
de agua
llanura ensimismada
aire
límpido
verde estupefacto
madera
eterna tallada en el litoral
llueve lluévete
agua
elemento de cántaro y ancestro
viértete
Son
los tiempos
nuestros tiempos de sur
los vientos de las cuatro esquinas
los azarosos días de guerra
el
estallido de incendios y huracanes
dolorosamente
dialécticos
allende el verde mar
los estertores del otro siglo
del
viejo siglo
que cumplió 99 años sin morirse
que
se alumbró veintiuno
y murió por decreto imperial
antes
de tiempo
como el niño pobre en la patria pobre
frente a la verde mar
pobre de soledad
¿Servirá
esta palabra perdida?
En estos tiempos con sabor acre de años
oscuros
Sólo sirve la esperanza
x
Un
signo es un ave o astro
una calle
un estruendo de pueblo
Un
canto solitario
una ínsula en la verde tierra
este canto desolado
este cerco y emboscada de palabras
este aliento triste
este
mar tan verde tan azul
y yo sediento
¿Me
oirán los niños palestinos?
¿Llegará una botella verde entre las aguas
verdes?
¿Y cerrará sus puertas Bagdad?
Es
el nuevo siglo
dicen que el fin del final
Pero
los ríos lejanos
otros mares y otros verdes tienen su propio
esplendor
Agua
pluvial que de azul se ciñe
Los ríos de colores imaginarios
Las tierras lejanas igualmente verdes
O
yermas
pero al fin nuestras tierras
¿Oirán
mi canto los balcánicos tiempos?
¿Me
oirán los indonesios y los timorenses y los filipinos?
¿Los
judíos condolientes me oirán detrás del muro?
¿Me
oirán los negros de Mozambique y Ruanda desoladas?
¿Me oirán los pobres de allende el mar?
¿Los
italianos rebeldes, los franceses en la oscura Ciudad Luz?
¿Me
oirán los bagdaditas insurgentes?
¿Los
iraquíes dignos me oirán, pese a sus hambres y su asedio?
¿Me oyen las patrias sin sus niños?
¿Me oyen los niños sin su patria?
¿Me
oyen los aviones invisibles, bombarderos a mansalva?
¿Me escuchan en mi tierra seminal?
¿En la Colombia herida los guerreros me oirán?
¿Me
oyen los hombres tristes del vasto paisaje andino?
¿Me
oyen los mayas ancestrales en sus urbes perdidas?
¿Me
escuchan los humildes de Nueva York,
los negros y latinos
los blancos, los amarillos?
¿Siquiera
me oye la mar?
¿Me oyen nuestros muertos en su soledad?
xi
Solitario
canto en verde tierra
desde esta orilla de la mar
tomo
la palabra
la amotino
retomo
la palabra
la enarbolo
la imploro en rebeldía
Y
la palabra vuelve sedienta a besar el mar
salta la luna
que duerma en la arena
qué
importa
regresa
firme al viento
la espiga amotinada
Tomo la palabra
Toma mi palabra nuestra
en las tardes de sol y lluvia
danza la ola
la sal
la piel
la vida son las voces
las letras que son del mar
Diciembre 9 2004-oct 2012
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